Tú vendrás a mí y me diras que estás muy arrepentido, que me quieres, que quieres estar conmigo, que ojalá no me hubieras hecho nunca daño. Encontes, yo te miraré a los ojos y te diré convencida: "Lo siento cariño, paso de ser tu postre toda la vida". Me giraré, te dejaré con las palabras en la boca y me sentiré orgullosa de mí misma por haber hecho lo que tenía que hacer y nunca me había atrevido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario